lunes, 28 de febrero de 2011

Amigos

Los amigos aportan preferentemente aire fresco, diversidad, entretenimiento, la posibilidad de desarrollar aficiones y de comunicarnos en un ambiente de cordialidad y desenfado. Y, no pocas veces, la oportunidad de evadirnos de los problemas cotidianos. Pero no todos los amigos son igual de importantes; hablemos hoy de esos que muestran interés por lo que nos ocurre, de los que siempre están dispuestos a aportarnos consejo, apoyo, cercanía y afecto; en otras palabras, los buenos amigos, los imprescindibles.

La amistad es una relación de reciprocidad. No vale que se quiera mantener una amistad con alguien, ambas personas han de desearlo y deben participar de un similar concepto de lo que significa la amistad y de la implicación que conlleva. Para reflexionar y para decidir sobre nuestras dudas, para admitir sin derrumbarnos las frustraciones y el dolor, necesitamos experiencias, conocimientos y seguridades que han provenir también de nuestro exterior y de nuestra familia. Gracias a los amigos nos vamos conociendo, nos desarrollamos y tenemos la compañía necesaria para recorrer la vida sin miedo excesivo a las caídas, ya que actúan como amortiguador, como un punto de apoyo para seguir adelante. 




(A un buen amigo se le atiende y se le escucha siempre que realmente lo necesite.)

domingo, 27 de febrero de 2011

Potenciar Confianza

  • Conocernos todo lo posible y de una forma continuada, ya que vamos experimentando cambios, con la máxima honestidad.

  • Vivir activos: opinando, eligiendo, escogiendo, significándonos.

  • Valorar y congratularnos de nuestras capacidades y posibilidades.

  • Constatar nuestras limitaciones, para saber ser realistas.

  • Afrontar retos y riesgos con prudencia y sensatez.

  • Iniciar y mantener relaciones de calidad, donde la comunicación abierta, positiva y sincera sea una constante.

  • Dejar de lado la tensión y el control continuo.

  • Permitirnos mostrarnos tal cual somos, sin tapujos ni máscaras o escudos.

sábado, 26 de febrero de 2011

Manual del Guerrero de la Luz [parte 2]


Un guerrero de la luz no cuenta solamente con sus fuerzas;  
usa también la energía de su adversario. 
Al iniciar el combate, todo lo que él posee es su entusiasmo 
y los golpes que aprendió mientras se 
entrenaba. A medida que la lucha avanza, descubre que el entusiasmo  
y el entrenamiento no son suficientes 
para vencer: se necesita experiencia.
Entonces él abre su corazón al Universo y pide inspiración a Dios,  
de modo que cada golpe al enemigo sea 
también una lección de defensa para él. 
Los compañeros comentan: "¡Qué supersticioso es!, paró la lucha para rezar,  
y respeta los trucos de su adversario". 
El guerrero no responde a estas provocaciones.  
Sabe que, sin inspiración ni experiencia, ningún 
entrenamiento da resultado. 
 
   --


Comenta un sabio chino sobre las estrategias del guerrero de la luz:

"Haz que tu enemigo crea que no conseguirá grandes
 
recompensas si se decide a atacarte; así, disminuirás su entusiasmo."
 
"No te avergüence retirarte provisionalmente del combate si percibes que
 
tu enemigo es más fuerte; lo importante no es la batalla aislada,
 
sino el final de la guerra."
 
Si eres lo suficientemente fuerte, tampoco te avergüences de fingirte débil;
 
esto hará que tu enemigo pierda
 
la prudencia y ataque antes de hora.
 
"En la guerra, la capacidad de sorprender al adversario es la clave de la victoria".
 
  

viernes, 25 de febrero de 2011

Compromiso

Es necesario volver a creer en el ser humano y eso empieza por creer en uno mismo y creer en uno mismo significa reconocer y aceptar la propia humanidad, que es lo que realmente nos define. 

Y esa humanidad, puesta al servicio de los demás, nos permite crear a nuestro alrededor una vida de plenitud como nunca antes hemos experimentado. 

Hay mucho camino por recorrer pero, como dice un proverbio chino: “el camino más largo empieza por un primer paso”.

Y este primer paso que, quizá ha llegado el momento de dar, nace de un acto de la voluntad; de una firme decisión de cambio; de un convencimiento absoluto que procede de una reflexión personal; de un compromiso íntimo con uno mismo. 

Nace del reconocimiento de la situación personal en la que cada uno se encuentra y del análisis de las causas que nos han llevado a ella. 

Sólo si reconocemos que, quizá, en un momento dado de nuestra historia, nos equivocamos de camino; sólo si establecemos ese compromiso personal de cambio, seremos capaces de dar ese paso que, con toda seguridad, nos abrirá las puertas de una vida nueva.





 [Triskel]

jueves, 24 de febrero de 2011

Honestidad

Al ser tan necesario que sea verdadera, la confianza no puede ser ciega sino que ha de estar sustentada en el conocimiento personal.

Un conocimiento totalmente honesto sobre nuestras posibilidades y nuestras limitaciones, de forma que al acometer cualquier tarea o iniciar relaciones interpersonales sabremos manejar las expectativas para conseguir éxitos y no acumular fracasos, en términos de cantidad y de calidad.

Si no hemos sido honestos y fallamos tendemos a desvalorizarnos, a sentirnos menos que el resto de la gente y a pensar que nuestras opiniones no son tan importantes ni interesantes como las de los demás. En definitiva, que no somos personas atractivas ni dignas de tenerse en cuenta.

Mantendremos entonces pocas expectativas, muchos silencios y un lenguaje no asertivo. Ni pediremos ni reclamaremos, con lo que nos condenamos a una invisibilidad que nos destruye.

Pasamos a ser personas dependientes y otorgamos autoridad sobre nuestras vidas a todos aquellos a quienes creemos superiores y más sabedores de lo que necesitamos nosotros que nosotros mismos. Una alerta para saber que nuestra confianza está vulnerada es analizar las dudas, permanentes compañeras de viaje de quien no cree en si mismo.

Aparecen dudas sobre cómo hacer, qué hacer; sobre los demás y sobre su honestidad, pues el listón de medir que se aplica a los demás, es el mismo que se tiene para uno mismo.

Y si se desconfía de uno, se es escéptico con el otro, lo que conduce a una visión negativa de todo y de todos. Se es una persona tensa y con tendencia a controlar las relaciones sociales, que además desconfía de la amabilidad gratuita de su interlocutor.

La falta de confianza provoca que se asuman imprudentemente o no se asuman los riesgos y dificultades del acontecer cotidiano, con lo que se va dejando de aprender, de experimentar y en definitiva, de vivir el día a día. 


[ La imagen no tiene nada que ver pero me gusto]

miércoles, 23 de febrero de 2011

Confianza

Para poder sentir que los otros creen en nosotros hemos de ser nosotros los primeros en sabernos válidos. Es imposible creer que los demás confían en nosotros si nosotros mismos no lo hacemos, pues la confianza nunca viene dada de fuera.

Si no hay equilibrio interno pensaremos que el apoyo, el aplauso o la admiración se nos ofrece para animarnos, por guardar las formas o, en la mayoría de las ocasiones, porque no nos conocen realmente y se quedan en la imagen que les estamos proyectando, es decir, creemos que les estamos engañando. Esto deviene porque hacemos las tareas con la vista puesta en los demás, esperando su aprobación y beneplácito, sin un convencimiento interior.

Al carecer de una guía personal que nos oriente en la consecución de nuestra meta o del proyecto de nuestra vida, el esfuerzo que debemos realizar es mucho mayor, y lejos de potenciar nuestras habilidades, debilita y destruye la confianza en nosotros mismos, y con ello la autoestima.

Para contar con una buena autoestima debemos estar convencidos de que somos aptos para la vida que hemos elegido llevar. Quien no goza de confianza en sí mismo, posterga las decisiones, da largas a los asuntos pendientes, va dejando cosas sin hacer por el camino y mantiene una actitud de parálisis. Con todo esto, no consigue sino certificar que ciertamente es una persona en quien no se puede confiar. 


martes, 22 de febrero de 2011

Manual del Guerrero de la Luz [parte 1]

Frases Del Libro de Paulo Coelho
 
Un guerrero de la luz nunca olvida la gratitud.
Durante la lucha, fue ayudado por los ángeles; las fuerzas celestiales 
colocaron cada cosa en su lugar y permitieron que él pudiera dar lo mejor de sí.
Los compañeros comentan: "¡Qué suerte tiene!". 
Y el guerrero a veces consigue mucho más de lo que su capacidad permite.
Por eso, cuando el sol se pone, se arrodilla y agradece
 el Manto Protector que lo rodea.
Su gratitud, no obstante, no se limita al mundo espiritual;
 él jamás olvida a sus amigos, porque la sangre de
ellos se mezcló con la suya en el campo de batalla.
Un guerrero no necesita que nadie le recuerde la ayuda de los otros; 
él se acuerda solo y reparte con ellos la
recompensa.
 
           
 
Todos los caminos del mundo llevan hasta el corazón del guerrero; 
él se zambulle sin vacilar en el río de las
pasiones que siempre corre por su vida.
El guerrero sabe que es libre para elegir lo que desee; 
sus decisiones son tomadas con valor,
desprendimiento y - a veces - con una cierta dosis de locura.
Acepta sus pasiones y las disfruta intensamente. 
Sabe que no es necesario renunciar al entusiasmo de las
conquistas; ellas forman parte de la vida
 y alegran a todos los que en ellas participan.
Pero jamás pierde de vista las cosas duraderas, 
y los lazos creados con solidez a través del tiempo.  
Un guerrero sabe distinguir lo que es pasajero de lo que es definitivo.
 

lunes, 21 de febrero de 2011

Caminos a Seguir

Mentiras

La verdad nos hace libres y la mentira nos convierte en esclavos, porque perdemos la percepción positiva y enaltecedora del que no tiene nada que ocultar ni de que ocultarse.
Al mentir, como se distorsiona o niega a plena conciencia la realidad, el ser interno que es la casa del espíritu, siente que esto es contrario a su propia esencia divina (…)Para enmendar se requiere integridad y nobleza, pero como el que miente carece de esas virtudes, los sentimientos negativos internos, tocan su intelectualidad (…)La mentira voluntaria y a conciencia, distorsionando o enmascarando la realidad de los hechos, al engañar a los demás, nos engañamos a nosotros mismos y eso nos obstaculiza ser felices. (…)La mentira es contraria al amor, porque el amor es verdad; como consecuencia, al mentir se transgrede esa fuerza intangible que une a la humanidad representada por el AMOR.
Dr. Amauri Castillo.-”EFECTOS DE LA MENTIRA
Se puede hablar de tres clases de mentira

            *En la mentira racional, lo basico es que lo que se dice, se siente o se hace, se contrapone con la verdad racional. Se falsea la verdad por algun interes. Es mas profunda, mucho mas malvada, es la mentira hecha para dañar a los demas.
            *La mentira emocional, en la que lo basico es que, lo que se dice, se siente o se hace no concuerda con la situacion emocional del mundo afectivo.
 *La mentira conductual, en la que se trata de actuar o dejar actuar de forma deliberada para decir que somos lo que no somos. 


            En mas de una oportunidad hemos escuchado decir que las mentiras tienen patas cortas, pues en ocasiones se descubren más rapido de lo que pensamos. Las mentiras fallan por muchas razones. Sin embargo, la persona mentirosa también se delata por múltiples pistas como un cambio en la expresión facial, un movimiento del cuerpo, la inflexión de la voz, el hecho de tragar saliva, un ritmo respiratorio excesivamente profundo o superficial, largas pausas entre las palabras, un desliz verbal, una micro expresión facial o un   ademan que no corresponde. 
Ahora bien, ¿Por que los mentirosos no pueden evitar estas conductas que los delatan? Las razones son dos: una de ellas ligada a los pensamientos y otra a  los sentimientos. 

-Mentiras relacionadas con los sentimientos 

            El hecho de no haber pensado de antemano, programado minuciosamente y ensayado el plan falso es solo uno de los motivos por los cuales se cometen deslices que ofrecen pistas sobre el engaño.  Los errores se deben a la dificultad de ocultar las emociones o de inventar emociones falsas. No toda mentira lleva consigo una emoción, pero las que si­, causan al mentiroso graves problemas. 
            Cuando se despiertan emociones, los cambios sobrevienen casi al instante sin dar cabida a la deliberación. El pánico que siente el mentiroso de ser descubierto produce señales visibles y audibles, pues es algo que esta mas ella de su control. 

-Las mentiras relacionadas con pensamientos (no involucran emociones)

Son las mentiras acerca de planes, ideas, acciones, intenciones, hechos o fantasías. Defender la verdad es mucho mas complicado que decir una mentira en este caso.

Mentira y personalidad 

            Para Roberto De Vries, medico psiquiatra,  el joven es mentiroso, en tanto y en cuanto no se sienta capaz de confrontar las verdades que le adversan. El adulto es mentiroso cuando no ha logrado superar los obstáculos que le ha puesto la vida y por lo tanto  para sentirse el triunfador que nunca ha sido, engaña.

Dr. De Vries, R.- “Mentira y personalidad

 Mentira y confianza
La información es poder, saberlo todo sobre alguien equivale a una forma de posesión. en cierta manera, la amistad o el amor se miden por el grado de conocimiento recíproco de la intimidad, y por la confianza existente entre las personas. La confianza es una actitud básica, porque preside la totalidad de las interacciones. Apostar por la confianza del otro es considerarle de fiar.
Si queremos ser creíbles, gozar de la confianza ajena, tendremos que dejar de lado el engaño, la mentira. Es responsabilidad de cada uno de nosotros relacionarnos desde la verdad, lo que no implica el ofrecimiento de toda la intimidad. Cada cual y en cada momento ha de valorar qué y cuánto de su intimidad quiere participar al otro.




[Entrada copiada de muerte escarlata]

El Caracter

El carácter es adquirido, por lo tanto se puede cambiar.

Tener fortaleza de carácter significa la posibilidad de ser capaz de responder adecuadamente a las circunstancias de la vida, aceptando la realidad tal cual es y desarrollando los recursos necesarios para no desmoronarse ante la adversidad.

Una persona tiene carácter fuerte cuando se compromete con una postura personal, se mantiene firme con las propias convicciones, tiene dominio de si mismo y puede controlar sus impulsos.
Para aprender a tener fortaleza de carácter hay que vencer los miedos; porque el miedo no permite asumir ningún riesgo, y la verdadera forma de vivir es arriesgándose a cada momento tomando nuestras propias decisiones.

Los débiles de carácter, antes de actuar consultan a alguien para no equivocarse, sin darse cuenta que eligen a sus consejeros para que les digan lo que quieren oír.

No quieren decidirse por si mismos porque temen cometer un error y luego sentirse culpables.
El miedo y la culpa son las emociones que definen a un débil de carácter.

Una persona de carácter fuerte también tiene miedo, la diferencia es la forma en que enfrenta sus miedos. No huye ni se paraliza, enfrenta las situaciones de riesgo con audacia y las resuelve creativamente de una manera superior.

Es la persona que sólo habla cuando tiene algo que decir, que se comporta en forma sensata, que respeta a los demás y que no tiene que ponerse la careta ni hacer alarde, porque no tiene que probarse a si mismo que vale, ni probarle nada a nadie.

El fuerte de carácter puede permitirse ser él mismo y no parecerse a nadie, porque puede tolerar la opinión, los chismes y las críticas de los demás sin derrumbarse y aceptar el fracaso sin frustrarse.

Los fuertes de carácter son los que sobreviven en situaciones críticas, porque sus estructuras firmes los sostienen, no se rinden, pueden ayudar a otros y no pierden nunca las esperanzas.

Cambiar es crecer y madurar, de modo que se puede cambiar de idea, con el debido fundamento, sin mostrar debilidad por eso; pero no es lo mismo cambiar de idea porque resulta peligroso o no conveniente en un momento dado y darse vuelta como una tortilla.

Vivir no es fácil, en un mundo perverso y cruel, lleno de personas débiles que no se comprometen, que se venden al mejor postor, que sólo piensan en satisfacer sus propios egos y no les importa el otro.
Pero ser fuerte se puede, es simplemente elegir ser quien uno realmente es y descubrirse para cumplir el propósito.

El que teme perder es débil de carácter.